La energía del metal brasileño de los 80 resucitó la noche del 15 de febrero en el Foro Alicia de la Ciudad de México, donde The Troops of Doom, liderados por el guitarrista original de Sepultura, Jairo «Tormentor» Guedz, ofreció un concierto que bien podría considerarse una máquina del tiempo al thrash y death metal más puro.
Desde el primer acorde, The Troops of Doom dejó claro que su misión era hacer vibrar el foro con un sonido que evoca a los clásicos de Sepultura como «Bestial Devastation» y «Morbid Visions», pero con una frescura y vitalidad que solo una nueva formación puede aportar. Con un setlist que mezclaba temas de su reciente álbum «A Mass To The Grotesque» y sus EPs anteriores, la banda se aseguró de que cada asistente sintiera esa conexión directa con la vieja escuela del metal extremo.
El espectáculo comenzó con «The Absence of Light» como intro, marcando el tono para una noche de brutalidad sonora. Temas como «Act I – The Devil’s Tail» y «Dawn of Mephisto» demostraron la habilidad de la banda no solo para rendir homenaje a sus raíces, sino también para innovar dentro de los parámetros del thrash y death metal. La interacción entre Jairo Guedz y el vocalista/bajista Alex Kafer fue palpable, con cada riff y grito resonando en cada rincón del foro.
Una de las sorpresas de la noche fue la inclusión de «Troops of Doom», la canción homónima de Sepultura, en el setlist, un guiño directo a los fanáticos de la vieja guardia que evocó aplausos y gritos de aprobación. La banda mantuvo el público en un frenesí constante, con cada canción más agresiva que la anterior, demostrando que el metal no conoce de tiempos ni edades.
La producción del evento, aunque sencilla, fue efectiva; el sonido del Foro Alicia, renombrado por su acústica para conciertos de este calibre, jugó a favor de The Troops of Doom, permitiendo que cada nota y blast beat de Alexandre Oliveira en la batería llegara con la fuerza de un mazo. La ausencia de un telón propio para la banda fue notada por algunos, pero rápidamente olvidada ante la avalancha musical que se desató.
La asistencia fue menor de lo esperado, posiblemente debido a la coincidencia de fechas con otros eventos en la ciudad, pero los presentes crearon una atmósfera de comunión y energía que cualquier metalero anhelaría. The Troops of Doom no solo se presentó, sino que reafirmó su lugar en la escena metalera actual, prometiendo que su estilo y devoción por el metal de los 80 seguirá vibrando en conciertos futuros.
Los encargados de prender el escenario fueron las bandas nacionales Full Öf Hate y Æön quienes demostraron todo su talento ante un público completamente eufórico.
En resumen, The Troops of Doom ofreció una noche de metal auténtico, un viaje al pasado con la energía del presente, demostrando que en la Ciudad de México, el thrash y death metal siguen teniendo un público fiel y apasionado.
